La
Costa Atlántica colombiana ha sido una región exportadora de productos
primarios hacia el interior del país y los mercados internacionales, e
importadora de bienes manufacturados de estas mismas regiones. Es clara,
entonces, la conveniencia de tener unos términos de intercambio favorables,
pues ellos contribuyen a aumentar el nivel de ingresos de la región. La
política de comercio exterior colombiana ha sido diseñada con un espíritu
proteccionista que busca eliminar la explotación del país, exportador de
productos primarios, por parte de los países industrializados del centro; para
ello se protegió la producción de manufacturas con el consiguiente resultado de
que lo que se deseaba evitar a nivel internacional se puso en vigencia a nivel
interno, con la explotación de las regiones productoras de bienes primarios por
las de bienes manufacturados. Siendo la Costa Atlántica una de las regiones
exportadoras de bienes primarios en el país, es solo natural concluir que una
de las causas de su atraso económico relativo proviene de la política de
comercio exterior seguida en los últimos treinta años; por otra parte, la
presencia de productos manufacturados importados ilegalmente como consecuencia
de la política proteccionista se convertiría en un factor disuasivo muy
poderoso para el establecimiento de cierto tipo de establecimientos
industriales que en condiciones distintas probablemente se hubieran establecido
en la región. Quizás si hay alguna región en el país a la cual le conviene
claramente una apertura total del comercio exterior colombiano, de importación
y exportación, a los mercados internacionales, es a la Costa Atlántica, tanto
porque se estimula a su sector agropecuario como a su sector industrial. Un
examen de la política de comercio exterior colombiana entre 1960 y 1975 indica
que durante ese período ha habido una liberación gradual del comercio exterior
en el país, en especial desde 1970; una mirada a los indicadores agrícolas
muestra que la participación de la región en el sector agropecuario colombiano
pasó del 20.3 por ciento en 1960 al 26.6 por ciento en 1974, y sólo la
agricultura aumentó su participación del 11.5 por ciento al 20.8 por ciento en
ese mismo período. En el caso particular de la Costa Atlántica no existe
incompatibilidad de corto ni de largo plazo entre la promoción del sector
agrícola y del industrial, como sí podría serlo para otras regiones del país;
sólo basta que se tome la política adecuada de comercio exterior para explotar
el potencial productivo de la región.
jueves, 2 de julio de 2015
La política de comercio exterior y su impacto sobre la economía costeña.
10:29
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